Opinión

Dos años perdidos. Primera Parte

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Estimados lectores, me propongo en los próximos meses ir detallando como la Diputación de Valencia ha perdido dos años, entre intentar ponernos de acuerdo entre los socios, colocar a los nuestros y volver a discutir por ver qué competencias recortamos para asumir competencias del Palau de la Generalitat y sumar puntos ante Puig y Oltra.

Dos años marcados por un sectarismo ideológico cuyos principales damnificados han sido los vecinos y vecinas de la provincia. Pese a que nos hemos cansado de escucharles en cada intervención hablar de reparto equitativo, de criterios objetivos, de una administración cada vez más clara y transparente.

De los 184 convenios singulares firmados por el presidente Rodríguez por un valor de 13 millones de euros, casi 11 millones y medio se han repartido en ayudas directas a ayuntamientos gobernados por PSPV, Compromís, EU y València en Comú.

Mientras niegan convenios a pequeños municipios con grandes necesidades, Rodríguez ha asignado a dedo convenios por un valor cercano a los dos millones de euros para grandes municipios gobernados por socialistas y Compromís.

Un sectarismo ideológico que se antepone a la seguridad vial, el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos de Pedralba, que tiene suspendida su variante pese a que la obra cuenta con todos los informes favorables e incluso está adjudicada por la Diputación.

El reparto de subvenciones de Cultura también ha estado marcado por el sesgo ideológico catalanista de Compromís que concede y paga 180.000 euros a Acció Cultural del País Valencià, mientras intentan boicotear la subvención aprobada por Rodríguez a Lo Rat Penat.

Los estudiantes también han visto cómo en la Diputación lamentablemente copian a sus mayores, vetando los convenios con las universidades privadas para que sus estudiantes puedan hacer prácticas en la Diputación, el Hospital Generaly las entidades locales.

Si algo hemos aprendido en estos dos primeros años de la gestión de esta coalición hoy mal avenida, es que cualquier parecido entre lo que dicen y lo que hacen realmente después es pura coincidencia. Propugnan una apuesta por lo social y recortan a la mitad programas tan relevantes para los jóvenes como La Dipu te Beca.

En 2017 vuelvan a reducirse drásticamente las ayudas a los estudiantes, pasando de 3.144 plazas en 2015 a las 1.608 de 2017. Pese a que en los últimos dos presupuestos hemos presentado sendas enmiendas, el ejecutivo presidido por Rodríguez ha hecho oídos sordos y reincide enrecortar a la mitad un programa que permite a los jóvenes mejorar sus conocimientos y aportar recursos a la economía familiar.

Una incoherencia que se muestra también en un tema tan relevante para la salud pública como la implantación de desfibriladores en todos los municipios de la provincia. Nos parece grotesca la actitud de Compromís, que solicitó en el Senado lo que ellos mismos han suprimido y despreciado en la institución que gobiernan. Hasta dos veces han rechazado retomar este programa alegando estar en contra de los planes teledirigidos.

Hasta aquí estas primeras pinceladas de este balance de gestión que continuaré en los próximos artículos. A todos aquellos que disfrutan ya de sus vacaciones les deseo un feliz descanso estival.

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