También conocida como col rizada, el kale es el tipo de col del que últimamente habla todo el mundo. Y lo porque hay que buscarlo en sus extraordinarias propiedades nutritivas que le han hecho ganar la etiqueta de "superaliment". Además, se trata de un producto muy versátil que se puede incorporar a todo tipo de platos, desde ensaladas, pasando por licuados o, incluso, guisados. Algunos supermercados se han incorporado entre sus productos, conscientes de la demanda del producto, así que el kale no es tan complicado de encontrar como antes y es mucho más fácil disfrutar de las ventajas que ofrecen sus hojas verdes.
El kale destaca para aportar más hierro que la carne de ternera y más calcio que la leche, y resulta muy beneficioso y aconsejable por las personas que siguen una dieta vegana o vegetariana. Además de esto, es un alimento con un bajo contenido calórico (unas 49 por cada 100 gramos), bajo contenido de grasas saturadas y de colesterol. También es una importante fuente de fibra y vitaminas, entre las que se acentúan la vitamina C, con propiedades antioxidantes y beneficiosa por el sistema inmunitario; la vitamina A, que mantiene la salud ocular, de las mucosas y la piel; y la vitamina K, que contribuye a la salud ósea y a coagulación sanguínea normal.
Tal como hemos dicho, las maneras de cocinar y consumar kale son numerosas, pero hay que tener en cuenta que cuanto más cocinamos este producto, más nutrientes y propiedades perderá, por lo cual sería ideal consumirlo crudo para asegurar los máximos beneficios.