"A nivel mundial, los récords de temperaturas medias mensuales ocurren ahora cinco veces más. Cuatro de cada cinco registros se deben al calentamiento global". La ola de calor que ayer se dejó notar en la Comunitat, España y gran parte de Europa destaca por muchas cosas, pero no porque los científicos no la esperaran. Stefan Rahmstorf, oceanógrafo y climatólogo alemán del Sistema de Análisis de la Tierra en el Instituto de Investigación de Impacto del Clima en la Universidad de Postdam, aprovechaba la relevancia mediática de esta ola de calor para hacer eco del origen: el cambio climático producido por la humanidad.
La ola dio comienzo, de forma oficial, ayer. Sin embargo, en el mediterráneo, aún es apenas notoria. Mientras que ayer en algunas comunidades como Aragón las temperaturas ascendían hasta los 39 grados, en València no pasaron de los 28. Hoy, llegarán hasta los 30, pero será a partir de mañana cuando sea notoria: 34 y 36 grados para el viernes y sábado. Peor lo tienen en la Comunitat rural: en Requena sumarán cuatro días seguidos por encima de los 35 grados.
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La temperatura media máxima de junio en Requena son 27,8 grados. El sábado, con 36, habrá 8,2 grados más de los habitual. En la capital valenciana la diferencia es más extrema, con una media máxima de 27,1 y con la espera también de 36 grados, habrá 8,9 más. Si los modelos aciertan, el termómetro se quedará a dos grados en València de superar el récord registrado en junio, de 38,2 grados.
Según explica el científico Rahmstorf los "veranos más calurosos" desde el inicio del Siglo XVI (1500) fueron, por orden de menos a más extremos, en 2002, 2016, 2003, 2010 y 2018. Según explica, con el cambio climático las corrientes de aire veraniegas en las latitudes medias del hemisferio norte -España, por ejemplo- se han ralentizado. Esto favorece "condiciones más secas y calientes en el continente -Europa-". Con el cambio climático, se condiciona más que ocurra esta "ralentización", y con ello, condiciones para que se agrave más el problema. La 'ola' que ha llegado es la misma que precedió los veranos extremos antes mencionados.
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Zonas inhabitables
Diversos modelos señalan, incluso, que si no se mitiga el cambio climático, diversas zonas de la tierra son susceptibles de no ser "habitables" para las personas en condiciones normales -es decir, sin climatización-. La exposición prolongada a 35 grados o más "puede producir hipertermia en humanos y otros mamíferos, ya que la disipación del calor metabólico se hace imposible", señala en un estudio de la revista científica PNAS.Con 'malas' previsiones de aumentar la temperatura media de la tierra en siete grados, "la habitabilidad de algunas regiones podría ser cuestionada", algo que "nunca ocurre ahora". Si el aumento llegara a 12 grados, dichas regiones abarcarían gran parte de la "distribución de la población" en la Tierra. Entre esas zonas, la Comunitat Valenciana.
En la capital valenciana y otras localidades del territorio, los problemas de habitabilidad no serían solo el calor, también el nivel del mar. Con sólo dos grados más de forma continuada, se derretiría suficiente hielo en los polos y glaciares como para que La Punta, la Albufera o parte de la Horta Nord desaparecieran bajo el mar.
Estos problemas están dando cada vez más relevancia y partidarios de los Fridays for Future, que animan a los gobiernos a ser "responsables" y tomar medidas urgentes contra la "emergencia climática". Este domingo realizan una ruta ciclista por el Parque Fluvial de Turia para visibilizarse y mostrar cuánto hay por perder.