Dani Parejo es el hombre del momento. El madrileño que fue adoptado por el Valencia hace más de cinco años se convirtió en un símbolo del equipo. Con Paco Alcácer, fueron los rostros valencianistas más queridos del club y representaban a un equipo con jugadores que sentían la camiseta.
Los últimos meses han sido complicados. Parejo fue en algún momento el capitán del equipo y Ayestarán se encargó de poner en cuestión su liderazgo al alzar a Enzo Pérez como referente. El argentino era un hombre relativamente nuevo en los blanquinegros y sin embargo debía ejercer la capitanía. Parejo se limitaba a observar y declarar que la decisión era respetable.
El vasco tuvo la culpa de muchas cosas, pero no de esta situación. En el mercado de verano, cuando Suso se esforzaba por buscar fichajes idóneos para la temporada 2016-2017, el ex Real Madrid y Getafe pensaba en su salida. El Sevilla fue una de las opciones. El centrocampista solo quería partir y no se encargaba de ocultarlo.
Después de que pasó el calor veraniego, nada sucedió. Parejo se quedó en el equipo pero fue duramente cuestionado por prensa y afición. Cuando se jugó el Trofeo Taronja, en agosto de este año, su nombre no fue recibido con aplausos en la presentación del equipo.
A pesar de que Dani ha marcado tres goles en esta temporada, su figura no es la misma y la confianza en su juego tampoco. Cuando Prandelli lo sustituyó en el segundo tiempo del partido contra el Málaga, los aplausos fueron tibios. Los aficionados parecen no haberlo perdonado.
Con todo esto como antecedente, el jugador vive hoy uno de sus momentos más tristes. El vídeo que se difundió de su persona en plena fiesta, en aparente estado de ebriedad y con un conocido que escupió pestes sobre el entrenador italiano, su figura terminó de desdibujarse.
Cuando un jugador es el objetivo de todos los ojos y las opiniones, los entrenadores son prácticos. Prandelli lo desestimó para el partido de vuelta contra el Leganés por la Copa del Rey, como desmarcándose de los hechos. Con esto dio una clara señal de que no quiere tener nada que ver con indisciplinas. Mucho menos ahora.
El futuro de Dani Parejo es oscuro y el pasado inmediato un dolor. ¿Encontrará su salida en este mercado de invierno?