“Durante la guerra todos mataron, pero cuando Franco llegó al poder hubo un exterminio”

”Hi ha molta gent que vol una desmemòria del que va passar en la repressió franquista”, però “la lluita dels familiars la porten en les entranyes”

Guardar

Arqueología. Castellón
Arqueología. Castellón

La memoria histórica es responsabilidad de toda la sociedad. En España, miles de familias siguen buscando y luchando por recuperar a sus familiares que, un día, fueron detenidos, fusilados y arrojados en fosas comunes. Son las víctimas de la represión franquista. "No tienen rencor, ni buscan venganza. Solo quieren recuperar a sus familiares y enterrarlos donde quieran".

Desde 2018, Isabel Ginés y Carlos Gonga luchan para que la desmemoria no sea posible a través de documentales. Empezaron con ‘La memoria no olvidada’, y a éste le siguieron otros muchos. "Queda todavía mucho trabajo por hacer". Ahora, inmersos en los documentales Tierra de ideales y Cordada de presos, nos cuentan cómo es trabajar con tantas y tantas familias que perdieron a sus seres queridos, y nos adentran en historias que les han marcado, como la de Pepica Celda, que fusilaron a su padre en el paredón de Paterna, o la de Paquita, que nunca podrá recuperar los restos de su familiar.

¿Por qué decidisteis empezar a trabajar en documentales que devolvieran la voz a las víctimas de la represión franquista?

Empezamos a hacer documentales de Memoria Histórica porque conocimos a Pepica Celda, una señora que había perdido a su padre fusilado en el paredón de Paterna y a su madre en la cárcel. Nos contó su historia y, a partir de eso, empecé a investigar el paredón de Paterna, lo cual no se conocía en los institutos y había gente que también lo desconocía. Le comenté a Carlos que teníamos que hacer algo porque no había conocimiento en el tema y nos pusimos a hacer documentales.

¿Cómo es rodar este tipo de documentales?

Es bastante complicado en el sentido de que las familias tienen mucho dolor, les cuesta hablar aún. Pero, en el momento en el que les das confianza, les llamas varias veces y quedas con ellas antes de grabar, van soltándose. Lo más complicado es conseguir subvención. Hasta que no dimos con Rosa Pérez Garijo, consellera de Transparència i Qualitat Democràtica, nos costaba mucho. Gracias a ella y a Verònica Ruiz, del Ayuntamiento de Castelló, estamos consiguiendo llegar a más gente y hacer más documentales.

¿Cuál es la historia más impactante que recuerdas?

Recuerdo la de Consuelo, una mujer de 80 años que siendo muy pequeña detuvieron a su padre por ser sindicalista y lo fusilaron en el paredón de Paterna. Su madre se tuvo que ir del pueblo, pasó mucho hambre y dolor y fue bastante terrible para ella porque todos la repudiaban. Tuvo que ponerse a limpiar desde los seis años y fue bastante complejo para ella.

¿Crees que todavía queda mucho por visibilizar y denunciar?

Muchísimo. Mujeres que durante el franquismo fueron violadas, niñas de 14 años que las cogían para divertirse con ellas y luego eran asesinadas. Tenemos poco conocimiento de todo lo que sucedió en el paredón, y aunque está teniendo mucha visibilidad, queda muchísimo por saber. Si preguntas a cualquier joven ahora sobre el paredón de Paterna, no tienen ni idea de lo que es.

Respecto a los campos de concentración, Carlos Hernández lleva años luchando e investigando. Queda mucho por hacer pero sus investigaciones han sido la base para todos. Además, hay muchas mujeres que no se sabe que estuvieron en la cárcel o que fueron asesinadas. Sobre todo, no se sabe los sitios donde fueron asesinadas.

Benedicto Vijuescas

Ahora mismo estáis inmersos en dos nuevos documentales, ¿qué podremos encontrar en Tierra de ideales?

Hemos querido recoger todos los testimonios del País Valenciano, de hijos y algunos nietos, para conocer de primera mano lo que pasó. Queremos que la gente vea que no solo cogieron a sus familiares y los fusilaron, sino lo que pasaron los hijos y las hijas y las madres cuando cogían a su padre y lo asesinaban. Pasaban hambre, miseria… Había una represión franquista muy dura. En Tierra de ideales vamos a encontrar testimonios de muchos hijos e hijas, que lo único que buscan es contar lo que pasaron en la represión franquista y que les dejen exhumar y enterrar a sus familiares donde ellos quieran.

¿Y en Cordada de presos?

La tierra de Castelló fue un campo de batalla. Las exhumaciones son más fáciles allí porque están enterrados uno al lado del otro. En Paterna es más difícil porque está más profundo. En Cordada de presos hemos cubierto todas las exhumaciones que hicieron en noviembre, y vamos a mostrar cómo es una exhumación y cómo el Grup de Recerca de Castelló lleva años luchando duro y sin ruido y, por fin, ha logrado que los familiares tengan justicia.

¿Os habéis encontrado con reticencias de las víctimas a la hora de participar porque no quieren recordar?

Siempre hay buena predisposición, pero tenemos el problema que desde que han salido los militares en el WhatsApp diciendo que quieren fusilar a 26 millones, muchas hijas tienen miedo. Ellas pasaron la represión franquista, hambre, palizas y ahora tienen miedo de que vuelva a pasar. Por culpa del auge de la extrema derecha, muchas hijas tienen miedo. Nos cuentan su historia, pero nos dicen que no están preparadas y nos piden tiempo.

¿Qué le dirías a aquellas personas que equiparan las víctimas franquistas con las muertes hubo durante la guerra por parte de los republicanos?

En la guerra todos mataron. En una guerra contra hermanos, los asesinatos ocurren día tras día. Nosotros estamos hablando de la represión franquista, porque cuando Franco llegó al poder, se hizo un exterminio. No es equiparable, pero es parecido al exterminio nazi porque hay que tener en cuenta que, en la represión franquista, cuando la guerra terminó, se siguieron matando a personas por su ideología, su forma de pensar. En el paredón de Paterna se mataron a 2.238 personas. Se mataron a personas republicanas o que estaban en contra del régimen de Franco.

Después de tanto tiempo dedicado a dar voz a aquellos que estaban silenciados, ¿qué es lo que más te ha sorprendido?

Que no tienen rencor. Ellos no buscan venganza, solo quieren recuperar a su familiar para que no esté tirado en una fosa y que esté donde ellos quieran, sea en la fosa, con su madre, con sus hermanos, etc. Solo quieren justicia y reparar. Creo que eso es lo más bonito. Tenemos una de las bases de datos de testimonios más grandes de la Comunitat Valenciana con casi 100 testimonios y en ninguno de ellos hay ni rencor ni venganza, solo quieren exhumar y dar una sepultura digna a su familiar.

También se ha conocido el testimonio de un operario en Monóvar que confirmaba que se tiraron huesos a un vertedero, ¿hay casos parecidos?

El problema que tenemos es que ha pasado mucho tiempo. El expresidente Mariano Rajoy dijo que presupuesto 0 y Monóvar es un ejemplo de esto. En el año 88, hubo una reforma para hacer más nichos y lo que pasó es que, al hacer la ampliación, el operario con una excavadora, por la noche, excavó toda la fosa con sus huesos y los tiró al vertedero. Toda la fosa desapareció. Tenemos a Paquita de 92 años que lleva toda la vida esperando y de pronto le dicen que un operario coge los huesos y los tira a la basura.

Paquita Íñiguez

¿Hay más gente como Paquita que no podrá recuperar nunca los huesos de sus familiares?

Muchísima. Tenemos varios hijos que como ha pasado tanto tiempo y están tan deteriorados, el ADN es imposible de extraer y no pueden recuperarlos; hay muchas fosas que no se sabe muy bien dónde están porque no se ha querido que se documente bien y no se pueden sacar los huesos; habrá muchas fosas en los que no se recupere porque están muy deteriorados; y también fosas donde el Gobierno que estaba entonces no ha querido preocuparse por eso y los huesos los han tirado a la basura o a cualquier lado para que no se encuentren.

¿Crees que la sociedad en general está más concienciada sobre la importancia de no olvidar o todavía queda mucho por hacer?

Yo creo que hay mucha gente que quiere una desmemoria de lo que pasó en la represión franquista y quiere olvidar. Ahora hay un movimiento muy fuerte porque estamos viendo que en Europa ha crecido mucho la extrema derecha y se dan cuenta de que si olvidamos, puede volver a pasar. No hay nada peor que una guerra entre hermanos y una represión por ideología, y creo que queda mucho trabajo por hacer, aunque haya muchos políticos comprometidos. Queda estudiar bien el tema en los colegios y hacer ciclos de conocimiento. Creo que hay mucha concienciación, pero queda mucho trabajo por hacer.

¿Vendrán más documentales después de estos dos?

Sí. Tenemos previsto ya para el año que viene uno en El Real de San Vicente, un pueblo de Toledo, sobre 21 desaparecidos que nunca volvieron a su casa; también tenemos uno en Xàtiva sobre los prisioneros en los campos de concentración; y un podcast (Memoria contra el olvido) que da voz a la gente que no se puede movilizar porque ahora con el coronavirus es imposible. Además, tenemos pensado tres documentales sobre prisioneros que estuvieron en campos nazi y sobre exhumaciones. Nos queda mucho trabajo por hacer todavía.

¿Qué es lo más satisfactorio de vuestro trabajo?

Para mí lo más importante es cuando estoy en casa de una señora y su hija me dice que al hablar se ha quitado un peso de encima. O cuando recibo llamadas de teléfono dándome las gracias porque su madre lo ha contado y ahora habla. Lo más satisfactorio no es salir en muchos sitios y que la gente nos conozca mucho, sino que ellos den a conocer su historia y te den las gracias porque la historia se sabe y se quitan un peso de encima. Verles con la caja del familiar y que por fin pueden enterrarlos donde quieran es una gran sensación… La lucha de los familiares es una lucha que llevan en las entrañas y que les ha marcado toda la vida, es un trauma, y no han dejado la lucha hasta encontrar justicia. Son un ejemplo de lucha y superación.
Destacados