Fidel Molina: “Pedimos diálogo para defender los problemas que afectan a 35.000 familias”

Per al president de la recent creada SOS Hostaleria seria més encertat invertir en educació i conscienciació que posar els límits que contempla la Llei del Joc

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La pandemia del coronavirus ha dejado una gran huella en la economía a todos los niveles y el sector terciario ha sido uno de los que más ha sufrido sus consecuencias. Esta situación "totalmente desastrosa" ha motivado a las personas afectadas a unirse en una lucha común a través de SOS Hostelería, que se planta como reto constituir una comisión de diálogo que aborde estos problemas, según explica su presidente, Fidel Molina.

Lo que comenzó como una plataforma formada por profesionales de la restauración ha tomado forma de asociación a raíz de la aprobación de la Ley del Juego y la pandemia del coronavirus en la Comunitat Valenciana, que conllevó el cierre durante meses de cualquier actividad que no fuese esencial, entre ellas las relacionadas con la hostelería. A día de hoy, ya hay 300 personas de Castelló, València, Alicante y sus municipios congregadas bajo el nombre de SOS Hostelería, a la espera de su constitución oficial y de crecer hasta las 10.000 afiliaciones.

Fidel Molina, su presidente, cree que era necesario constituir una asociación de este tipo porque la situación de los últimos meses ha sido "totalmente desastrosa", llena de incertidumbre y sin un respaldo claro por parte del Gobierno de España ni de la Generalitat Valenciana. "Nuestra misión es defender los derechos de la hostelería y conseguir una respuesta por parte de las administraciones públicas, ya que nos hemos sentido muy olvidados por parte de partidos que siempre han dicho que atenderían nuestras reivindicaciones", señala.

Para ello, señala que tienen una reivindicación muy clara: "pedimos la posibilidad de dialogar para defender los derechos y responder a los problemas que afectan a 35.000 negocios y a las familias que hay detrás de ellos". En concreto, SOS Hostelería insta a la Generalitat Valenciana a constituir una comisión mixta junto con otras administraciones públicas.

La Ley del Juego sería el tema principal que se pondría sobre la mesa. Según señala Molina, las personas afiliadas se sienten decepcionadas porque "cuando la pandemia del coronavirus estaba en su momento más fuerte, se aprobó la Ley del Juego con alevosía y de la noche a la mañana" sin contar con la opinión de asociaciones como esta.

El presidente defiende que la aplicación de la nueva normativa va a dejar una gran huella para todos los negocios ligados a la hostelería, por lo que pide educación y concienciación a la ciudadanía antes que imponer las normas que contempla: "Creemos que es una ilegalización ideológica del juego de forma encubierta, ya que no hay un riesgo claro de ludopatía en la Comunitat Valenciana, como muestra la Memoria del Juego".

En este sentido, asegura que tanto la aplicación de esta ley como el impacto del coronavirus dejan en una situación muy difícil al sector que representa y "van a engrosar la cola del paro". Para Molina, "lo más complicado es que hay unos 35.000 bares en la región donde la mayoría de personas que los llevan son familias con miembros que tienen alrededor de 50 años y tiene que pagar un alquiler por el local. Si pierden su trabajo, van a tener difícil conseguir otra oportunidad".

El presidente añade que gracias a las máquinas tragaperras, por ejemplo, sacan entre 700 y 800 euros al mes de media, unos ingresos que desaparecerían, y la activación con el mando o la vigilancia de ludópatas también suponen un plus de dificultad.

Respecto a la adaptación de la hostelería a la "nueva normalidad" tras el confinamiento, explica que el 30% de los bares no ha podido levantar la persiana "porque no podían permitírselo" y las terrazas resisten, aunque con una pérdida del 30% del consumo, aproximadamente. También los hoteles tienen una ocupación muy baja, pese a ser temporada alta de turismo.

Fidel Molina asegura estar muy contento con la acogida de la asociación y pendiente de un posible confinamiento en los próximos meses si el coronavirus no cesa. Entonces, cuenta, SOS Hostelería continuará defendiendo los intereses y pedirá ayuda al gobierno para que las familias afectadas no se queden sin su oportunidad laboral.

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