El Colegio Oficial de Educadoras y Educadores Sociales de la Comunitat Valenciana (COEESCV) advierte que las becas de comedor de cuantía inferior al 100% no llegan a los alumnos que las tenían concedidas antes de la declaración del estado de alarma, lo que "afecta directamente a los niños que sufren una mayor vulnerabilidad".
Se trata de las modalidades B, C, D y E, que "no se están dando al alumnado que las tenía concedidas y que, evidentemente, las estaban disfrutando antes de que el coronavirus hiciera acto de presencia". Esto quiere decir que esa partida presupuestaria existe y se estaba implementando, recalca en un comunicado.
Aunque los educadores sociales son "conscientes de los grandes esfuerzos de las instituciones para paliar a todos los niveles la grave crisis social y económica de la Covid-19", exigen que todas las ayudas lleguen con la premura que sería necesaria.
A su juicio, no se entiende "cómo estas familias, ya con una situación precaria antes de esto y que lo más probable es que haya ido a peor, no puedan acceder a esa ayuda directamente, como el resto de alumnos beneficiarias de la beca total, aunque la diferencia en el baremo sea mínima al igual que la diferencia en la ayuda".
También tachan de insuficiente "la solución propuesta por la Conselleria de Educación, en un decreto posterior, de una partida presupuestaria a los ayuntamientos para que ellos hicieran la gestión".
Una propuesta, avisan, que "colapsa todavía más los servicios municipales", unido a que "la mayoría de esas familias no saben que deben reclamarla, por lo que un gran número de ellas simplemente se quedarán sin la ayuda".
Por todo ello, los educadores sociales valencianos trasladan su preocupación por "las familias que van a tener graves dificultades para alimentar convenientemente a sus hijos". Piden que se las tenga en cuenta y se busquen soluciones que las becas lleguen de una manera "ágil", al ser un problema que afecta a la salud de "esa infancia más vulnerable a la que debemos proteger".