Joves Compromís envió el pasado miércoles tres cajas de carbón al Gobierno de España por haberse portado "muy mal", haber tratado a los valencianos "como ciudadanos de segunda", y por aplicar "un 155 encubierto". Concretamente, los destinatarios eran el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el de Fomento, Íñigo Gómez de la Serna.
Este acto simbólico en el edificio de Correos de València lo protagonizaron representantes de Compromís: el portavoz en les Corts, Fran Ferri; la portavoz de la formación, Àgueda Micó; el secretario general de Joves Compromís, Víctor Medina; y las diputadas Marian Campello y Marta Sorlí.
Según Ferri, Íñigo Gómez de la Serna no ha podido ejecutar el "mísero" presupuesto dedicado a la Comunitat, Montoro no ha cumplido con su promesa de poner en marcha un sistema de financiación este mismo año, y Rajoy, asegura, es "el culpable de todo".
Los reproches al Ejecutivo español son varios pero se concentran en la reclamación de un trato justo para la Comunitat. A Montoro le recriminan que su trato es "el más lamentable de todos" debido a su "falta de educación", por lo que le invitan a dimitir, y sentencian que un 2018 sin Montoro "sería uno de los mejores regalos".
A Mariano Rajoy le echan en cara la "humillación y maltrato" respecto a la Comunitat, al haber llevado al Tribunal Constitucional leyes valencianas como la de la función social de la vivienda o contra la pobreza energética. También le acusan de prorrogar más de 40 veces la reforma del Estatuto de Autonomía.
Y, por último, al ministro de Fomento le recuerdan que todavía hay infraestructuras pendientes, y le desean unas fiestas en las que pueda reflexionar acerca de las inversiones que necesita la Comunitat para recibir "un trato justo".