La deuda bancaria del Ayuntamiento de Ontinyent se volvió a reducir en 2020 a pesar de la pandemia. El endeudamiento pasó en un año de 8,6 a 6,2 millones, acumulando así una rebaja del 70% en la última década, al pasar de los 20,4 millones en 2011 a los referidos 6,2 millones de 2020.
Esta evolución ha comportado una rebaja notable en el pago de intereses, puesto que si en 2010 se tenía que pagar en los bancos 869.700 euros, el pasado año la carga financiera le costó al Ayuntamiento 109.000 euros.
Además, el Consistorio de la capital de la Vall d'Albaida cerró el ejercicio de 2020 con un superávit de 423.000 euros, a pesar de haber tenido que generar un "escudo" de más de 6,5 millones de euros para hacer frentea los efectos de la pandemia con programas de impulso económico y social.
"GESTIÓN RIGUROSA Y EFECTIVA"
La concejala de Hacienda, Natàlia Enguix, destaca al respecto que estas cifras "muestran claramente que la gestión económica en estos años está siendo rigurosa y efectiva, y más si tenemos en cuenta que se han invertido muchos millones en hacer mejoras muy visibles en la ciudad, con fondos propios y también con ayudas conseguidas de otras administraciones".Una gestión que, según la edil, "nos permite contar con maniobrabilidad en momentos críticos como los que vivimos con la Covid-19 para seguir movilizando la economía"."Hemos vuelto a cuadrar el círculo de la buena gestión económica de nuestro Ayuntamiento a pesar de la pandemia: Continuamos cerrando los ejercicios con superávit, promoviendo la actividad económica, ayudando a quien más lo necesita y todo sin subir los impuestos", afirma.
Por su parte, el alcalde Jorge Rodríguez resalta el esfuerzo hecho desde el Ayuntamiento "para adaptar las cuentas municipales a la irrupción de la Covid-19, y dar respuesta no solo a la crisis sanitaria, sino también a las crisis social y económica generadas por la situación sobrevenida con el virus".
Para el primer edil "la gestión realizada nos ha permitido que, todo y los esfuerzos hechos para hacer frente a una crisis que no esperábamos, podamos cerrar con un superávit que nos permite afrontar los próximos retos con garantías y sin tensiones en la tesorería municipal".
CUENTAS MARCADAS POR LA COVID-19
El Ayuntamiento de Ontinyent aprobaba con el apoyo unánime de todos los grupos políticos un presupuesto de 42,1 millones de euros para 2021, una cifra un 20% superior a la del presupuesto anterior, con una inversión de 14 millones de euros que para poder ejecutarse requerirá una operación financiera a largo plazo de 3,5 millones de euros.Esta operación se ejecuta con unas condiciones favorables para el consistorio que permiten que la previsión en el pago de intereses bancarios no aumente, sino que incluso baje hasta los 105.000 euros.
Unos presupuestos totalmente condicionados por la pandemia igual que los de 2020. En las cuentas del año pasado, en la vertiente social se tuvo que pasar de los 2,1 millones de euros previstos inicialmente al presupuesto a 4,1 millones, incluyendo cerca de 700.000 euros para ayudas de primera necesidad, de alimentación, vivienda o apoyo socioeducativo; entre otros.
En cuanto al escudo económico de más de 2,4 millones de euros para luchar contra el paro, este incluía acciones como los 560.000 euros destinados a los cheques "Tornem Junts"; los 161.000 para autónomos y pymes o los 130.000 para el impulso al clúster textil sanitario; también entre otros. Igualmente, el Plan de Obras y Servicios "Tornem Junts" inyectaba 500.000 euros en la economía local, y las asociaciones sociosanitarias, culturales, deportivas y festivas recibían más de 360.000 euros.
DISCIPLINA FISCAL Y CAPTACIÓN DE SUBVENCIONES
Para cerrar las cuentas del año 2020 con superávit han si claves dos factores: disciplina fiscal y captación de subvenciones. En el primer caso la recaudación ha llegado hasta el 90% en voluntaria, un dato que en palabras de Enguix "habla por sí mismo", valorando "la disciplina fiscal de la ciudadanía de Ontinyent, que no ha dejado de cumplir con sus compromisos tributarios".La edil también hace especial mención a la implicación de los trabajadores y trabajadoras municipales, que han sabido adaptarse a unas circunstancias tan difíciles. "Su adaptación al teletrabajo ha sido modélica, hasta el punto que hemos reducido el periodo de pago de facturas y subvenciones, que en primer trimestre de 2020 era de 30 días, cerrando el año de la pandemia en un periodo medio de pago de 8 días".