Cullera recupera el aspecto original del Pont de Ferro y lo adapta a la movilidad del S.XXI

La intervenció convertix el vial en un mirador sobre el Xúquer i dóna més protagonisme als vianants

Guardar

La rehabilitación y modernización del histórico Pont de Ferro de Cullera ya es una realidad. Con esta intervención, se adapta la arquitectura del Pont a la movilidad del siglo XXI y se pone en valor una infraestructura histórica declarada Bien de Relevancia Local que, a pesar de este reconocimiento, se encontraba en un deficiente estado de conservación fruto de la falta de mantenimiento y de interés político para preservar una de las joyas de la arquitectura del hierro en la comarca.

La transformación ha contado con una inversión de 250.000 euros cofinanciados por la Diputación de València y el Ayuntamiento de Cullera. La institución provincial ha aportado a través de las Inversiones Financieramente Sostenible 214.000 euros y el resto ha estado a cargo del consistorio.

Este proyecto ha permitido poner el puente en valor y volverlo a su aspecto original mediante un proceso de restauración respetuoso con el entorno. Además potencia la implantación de la movilidad urbana sostenible del siglo XXI que el Ayuntamiento de Cullera viene aplicando en el municipio desde el anterior mandato.

Uno de los nuevos atractivos que presenta el puente es su conversión en un mirador privilegiado sobre el río Júcar en los últimos tramos hacia su desembocadura.

Tal como ha señalado el concejal de Urbanismo, Bernat Escolá, ha sido una intervención respetuosa y no invasiva que ha permitido sanear y limpiar el estado de degradación del puente, eliminar las antiguas intervenciones inadecuadas y protegerlo para una futura mejor conservación.

«Se ha hecho una rehabilitación respetuosa y hemos tenido mucho cuidado al hacer un uso sostenible, protegiendo el entorno y el río», ha manifestado el edil.

El alcalde de la ciudad, Jordi Mayor, ha puesto de relevo la evolución histórica del uso de un puente que ha ido adaptándose a las distintas fórmulas de movilidad desde los carros que se utilizaban en anteriores siglos hasta la actual.

La máxima autoridad local ha destacado la voluntad del consistorio para cuidar cada espacio histórico de la ciudad y que ahora se ve reflejado con esta rehabilitación. Una transformación integral que, tal como ha explicado Mayor, se ha podido hacer gracias al compromiso de la Diputación de València que «es la Administración que más ha invertido en Cullera en los últimos años», ha destacado.

Precisamente, el presidente de la Diputación de València, Toni Gaspar, ha señalado el simbolismo de esta jornada en la cual el Pont de Ferro de Cullera vuelve a lucir sus mejores galas, y en relación a la situación política actual ha afirmado que «es el momento de tender puentes y no de dinamitarlos».

Además, Gaspar ha expresado que «la Ribera tiene estas joyas encima del río y lo ven como algo muy normal pero el resto de la provincia apreciamos este patrimonio y por eso hay que estar encima, protegerlo y respetarlo».

Intervención

Por un lado se ha actuado en el tramo central del puente donde se ha eliminado un sentido de circulación de vehículos dejando un solo sentido de entrada en la ciudad por este punto que permitirá reducir el tráfico, se ha restaurado la estructura metálica y se han adecuado las rampas de acceso. Además, para el pavimentado se han reutilizado los adoquines históricos.

También se ha ampliado una de las aceras para que el paso de peatones pase a ser de más de dos metros, incrementando su accesibilidad y seguridad y dotándolo también de mobiliario urbano como bancos y jardineras que permite convertirlo en un punto privilegiado para la observación del río.

Así mismo, se ha sustituido la iluminación actual por otra tipo LED que mejorará tanto la luz del vial como la del recorrido para las personas.

Historia

El Pont de Ferro de Cullera fecha del año 1905 y se construyó para sustituir al denominado puente de las barcas, precariamente hecho de madera. Se encuadra dentro de la tendencia del siglo XIX, cuando se empezó la construcción de puentes sobre el río Júcar en sustitución de las barcas y utilizando una técnica constructiva innovadora que se estaba aplicando en el resto de Europa.

Esta infraestructura es el viaducto de hierro más antiguo de la comarca y tiene un gran interés desde un punto de vista estructural, tipológico, histórico y etnológico, hasta el punto que puede considerarse como un elemento representativo de la arqueología industrial.

Tal es su importancia en el municipio que el Ayuntamiento de Cullera lo declaró Bien de Relevancia Local en 2010.

Destacados