El Ayuntamiento de Alzira solicitará el apoyo y la implicación de la Confederación Hidrográfica del Júcar y de la Delegación del Gobierno para poder implementar las medidas recomendadas por los expertos de la Universitat Politècnica de València para solucionar los problemas de inundabilidad de la ciudad a causa de la escasa capacidad de evacuación del barranco de la Casilla.
El alcalde de Alzira, Diego Gómez, se reunió ayer con el catedrático de ingeniería hidráulica y medio ambiente, Juan Marco, y el ingeniero de caminos, canales y puertos, Vicent Bellver, expertos de la Universitat Politècnica de València, para conocer las primeras conclusiones del estudio realizado sobre los factores que ocasionan y propician la inundación de la ciudad en época de intensas lluvias. El Ayuntamiento contrató la realización de este estudio hace ahora un año, justo después de las inundaciones vividas en la ciudad a noviembre de 2020, recuerda Gómez, con la intención de averiguar en profundidad la situación y poder obtener soluciones: «Pedimos informes y estudios en dos vertientes; por un lado, la influencia de los barrancos de la zona este, el barranco de las Estrellas, Oscuro, Gracia y Maria, el camino la Arena, en la inundación en la ciudad, y por otro lado, también la necesidad de la construcción y la viabilidad de los canales intersectors de la primera fase que ya está desarrollada y de la segunda fase, que empezará brevemente. Esa era una primera parte del estudio, y la segunda era la necesidad de obras hidráulicas sobre todo en el barranco de la Casilla».
De acuerdo con el estudio realizado, la solución del problema de inundabilidad de Alzira pasa por mejorar el desagüe del barranco de la Casella: «la necesidad de la ampliación del barranco de la Casella en la zona del Pont de Xàtiva es básica y es clave para poder proteger la ciudad, sin esa obra, posiblemente, no tendremos resuelta definitivamente la inundabilidad de la ciudad para las próximas décadas», informa el alcalde. Por otro lado, el trabajo realizado por los expertos de la UPV ha permitido constatar el buen funcionamiento de las actuaciones realizadas y previstas: «Se avala la construcción de los canales intersectores que, tanto en la primera como en la segunda fase, tienen un efecto positivo en la inundabilidad de los barrancos en la ciudad», añade.
La solución a las inundaciones, por lo tanto, requiere una intervención sobre el barranco de la Casella, una idea que no es nueva, recuerda el alcalde, pero que cuenta ahora con una mayor concreción de acuerdo con el resultado de los estudios realizados. «Los expertos en su informe lo que plantean es que la solución al barranco de la Casella pasa por una ampliación antes de llegar al puente de Xàtiva, en la zona del que ahora es el centro comercial de Vilella, el esqueleto que tenemos allí», explica Diego Gómez.
En este punto, habría que ensanchar el curso del barranco hasta los 30 o 35 metros de anchura «y, después, a partir del puente de Xàtiva, habría que rehacer ese puente y hacerlo mucho más ancho, y darle más caída al barranco; así como aumentar la anchura, que ahora es de 14 m, a prácticamente hasta 20 metros hasta la confluencia con el barranco de Barxeta». Haría falta también, a partir de ese punto, «darle más caída a la salida hacia el río», apunta el alcalde. «Esta obra supone, evidentemente, que tendríamos que hablar con el departamento de Carreteras para eliminar el acceso de la CV-50 a la CV-41, que baja para entrar en el puente de Xàtiva en dirección a Carcaixent. Se tendría que eliminar ese ramal y construir una redonda al otro lado, de acceso a la CV-41 en la salida por la CV-50».