“La violencia machista es solo la punta del iceberg. El trabajo debe empezar desde la educación”

Parlem amb Esther Coronado, regidora d’Igualtat de Paiporta, amb motiu de la celebració del 25-N

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Casi recién aterrizada en la concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Paiporta, Esther Coronado ha llegado cargada de propuestas y objetivos que cumplir para conseguir una sociedad más igualitaria, libre de violencia machista y en la que nadie se quede excluido. Prueba de ello es la potente programación que ha preparado para el 25-N, pero también el trabajo que, cada día, se lleva a cabo en centros educativos, culturales o sociales.

Para el 25N habéis preparado una programación muy potente, ¿cuáles son las líneas generales?

Pues hemos preparado muchas cosas la verdad. Hemos intentado buscar una programación que pudiese compatibilizarse con las medidas actuales y en previsión de que pudiese haber medidas mayores. Una programación que pudiese ser adaptada, con grupos reducidos, talleres reducidos, con protocolos… Hemos basado la campaña en hacer pedagogía desde los primeros peldaños de la sociedad, porque entendemos que la violencia machista es solo la punta del iceberg y el trabajo debe empezar desde abajo, desde la educación, entonces hemos preparado talleres de igualdad y de prevención del machismo, ya no solo de la violencia, sino del machismo en las escuelas y en los institutos. Eso pensando en los más jóvenes y no solo en la simple educación, sino para que ellos puedan desarrollar su creatividad y su forma de entender ellos la diversidad y el feminismo. Entonces, en colaboración con Juventud estamos haciendo unos talleres de Extensil de guerrilla. El Extensil son unas plantillas que se dibujan y luego se pintan los grafitis sobre ellas. Es arte urbano, pero con mensajes sobre diversidad afectivo-sexual y feministas, contra el machismo.

Pensando en mujeres mayores de edad, tenemos los talleres de autodefensa feminista. Llevamos ya varias ediciones con estos talleres y están funcionando muy bien porque no se trata de defensa personal, sino de autodefensa feminista. Es decir, dar herramientas y alternativas a las mujeres para que sepan cuándo deben frenar, cómo deben frenar una agresión machista o simplemente los micromachismos que vamos cediendo y normalizando cada día. Pero no estamos hablando de encararlas desde la fuerza muscular y la mera fisicalidad, que ahí por experiencia los hombres tienen más puntos, sino enfocándolo desde distintas estrategias como el ingenio, la agilidad, que ahí sí que podemos tener nosotras más puntos.

Además, en Escola de Famílies estamos haciendo también talleres de diversidad afectivo-sexual. Tenemos también, pensando en las mujeres, el laboratorio Magdalena, el Teatre de les Oprimides. Son talleres de teatro (este año lo hemos hecho intensivo, todo en un fin de semana) en los que la metodología anima a las mujeres a expresar cómo han ido viviendo ellas desde su infancia las distintas opresiones machistas que han ido viviendo y les da alternativas para responder y poder salir airosas de las distintas opresiones que sufrimos como mujeres.

"El feminismo es un movimiento que cuestiona, desde la base, lo que vemos en la cúspide"

También, pensando en toda la diversidad de mujeres que tenemos en Paiporta hemos preparado un proyecto fotográfico que es el de ‘Mujeres con sombrero’ con la fotógrafa Concha Martínez. En estas sesiones, con grupos reducidos de mujeres, intentamos buscar y reflejar la diversidad de las mujeres de Paiporta, diversidad de edades, afectiva, étnica… y lo que hacemos es que les animamos con elementos tan extraños como los sombreros que no están tan instaurados en la cultura mediterránea, les damos herramientas a ellas para que sepan lucirse ellas mismas, para que no tengan miedo y cojan autoconfianza. Al mismo tiempo, igual que estamos haciendo en los otros talleres de autodefensa feminista y de laboratorio magdalena, intentamos crear entre ellas lazos que les ayuden a identificar no tan solo para ellas mismas las opresiones, sino las que ven en otras compañeras y fomentar así la sororidad entre las distintas comunidades de mujeres. Y no solo de Paiporta sino también con el resto de la comarca.

Asimismo, estamos trabajando con el alumnado de los talleres de envejecimiento activo para que creen una cartelería para el 25N con mensajes contra la violencia machista para, después, colgarlos en sus balcones, en sus ventanas…

Y pensando en redes, para cartelería en redes y en institutos hemos lanzado la campaña ‘Frenar el masclisme está en la teua mà’ en la que estamos apelando a toda la sociedad a no ser cómplice, a no callar, no girar la cara, no cerrar los ojos, ante una agresión machista, sino a denunciar porque ponerle freno está en mano de todas las personas y también de los hombres que no son agresores. Los hombres que, en un principio no muestran actitudes machistas, les estamos animando también a que no se callen cuando la ven en otros compañeros, en otros hombres. Cuando en un grupo de WhatsApp reciben videos, mensajes vejatorios machistas, que sean ellos mismos los que se animen a decir: ‘oye esto sobra’, ‘¿no ves que esto no está bien?’. Entonces intentamos apelar un poco a toda la sociedad, pero un poco en especial a esos hombres que no se sienten identificados con el machismo, pero que no se animan a frenar a los compañeros. Esto sería el grueso de lo que tenemos preparado.

En definitiva, es una programación que busca empoderar a las mujeres, pero también implicar a los hombres que, a veces, parece que se quedan fuera de esta lucha...

Exacto, es muy frecuente que reciban muchas campañas, mensajes y se sientan acusados y ellos dicen ‘oye, si yo no soy machista, no todos los hombres somos machistas’. Bueno, muchos hombres no son machistas, la gran mayoría de hombres no realizan agresiones machistas, pero muchos sí se callan cuando las ven. Entonces estamos apelando también a esa responsabilidad de los hombres, que son ellos los que tienen que tender una mano hacia sus compañeras, a todas nosotras. Entonces son tres pilares: la educación desde bien pequeños, la educación en la sociedad, empoderamiento de las mujeres y apelar a los hombres a que frenen agresiones y actitudes que ellos ven que no son aceptables.

La educación en Igualdad desde edades tempranas es muy importante para combatir la lucha contra la violencia de género, pero ¿qué pasa si después la sociedad no avanza en la misma dirección?

Lo estamos viendo y, desde los 4 y los 6 años, los niños y niñas empiezan a reproducir actitudes machistas y sexistas que ven. No podemos tener a los niños envueltos en una burbuja. Aunque en un colegio se esté dando una educación exquisita en igualdad, la sociedad es la que es y ya no solo en la familia. Incluso aunque la familia esté poniendo de su parte e incluso ese padre y esa madre se estén deconstruyendo para intentar ofrecer los mejores modelos de igualdad posible a los hijos, tenemos al resto de la sociedad en la que a lo mejor vamos a salir de tiendas y vamos a ver un pasillo completo de rosa dedicado a las niñas y otro dedicado a los niños lleno de pistolas, espadas y aventuras.

Entonces, la educación en igualdad no es solo un deber de las escuelas ni un deber de las familias. La educación y el cuidado de los niños pequeños es siempre el deber de toda la sociedad, y en todos los aspectos, como el de la igualdad. Incluso los que no tienen hijos tienen que ser conscientes de que también es parte de su obligación intentar ser ejemplo y educar en igualdad a los niños vecinos. Pero bueno, aparte de eso, cuando ya se llega a dar un caso más grave en nuestras escuelas o institutos, desde Bienestar Social e Igualdad contamos con profesionales que apoyan los procesos de acompañamiento a esos niños para casos graves determinados.

"Mientras se le siga dando voz a los discursos de odio, continuaremos la lucha por la igualdad"

Algunos expertos avisan de que los jóvenes están ‘retrocediendo’ en todo lo que se había avanzado, ¿estás de acuerdo?

Sí, es paradójico porque ahora en las escuelas e institutos se está dando más información y formación en igualdad. Yo creo que depende mucho de la sociedad actual. Algunos niños, con 8 o 9 años, ya tienen teléfono móvil y eso significa acceso a toda la autopista de la información. Y son niños que están buscando y están recibiendo por sus grupos de WhatsApp o por el móvil de sus padres, contenidos que no son apropiados para ellos. Hay estudios que demuestran como la edad de acceso a la pornografía ha disminuido hasta los 8 años en España y eso es alucinante. Porque se está enseñando a los niños unos modelos de desarrollo sexual y afectivo-sexual que no coincide con la realidad y que en la mayoría de los casos son vejatorios para la mujer. Conjugar todo esto es muy complicado y son muchas las teclas que se tienen que tocar para conseguir una sociedad más igualitaria.

Recuperando el taller de autodefensa feminista que tenéis programado para el 25-N, ¿crees que es una buena herramienta para detectar esos micromachismos que, en ocasiones, no detectamos por la educación recibida?

Si, claro. El feminismo se trata de un proceso de profunda reflexión y de construcción, autoconstrucción, no se trata simplemente de llevar un pin o ponerse el hashtag de feminista. Entonces nos pasa a las mujeres más activistas, que nos encontramos en nosotras mismas a veces tics o actitudes que nos pueden sonrojar y decir ‘bueno yo que soy tan feminista, mira resulta que tengo esto y me lo tengo que trabajar un poco’. Entonces, qué pasa, que a lo largo de tantos años hemos reforzado algunas actitudes que no eran para nada normales y reforzadas por la cultura hegemónica, Hollywood, nuestro cine, la publicidad constante de cosificación a la mujer... Vemos que hay siempre un influjo muy fuerte dentro de la cultura de masas, también es porque la cultura de masas recoge lo que encuentra en la sociedad. Pero bueno, por una parte vemos que por ahí van cambiando: las heroínas de Disney, los referentes femeninos en el cine… Entonces de lo que se trata de decir basta, de no normalizar, y de no mirar para otro lado cuando detectamos esos micromachismos.

Sin embargo, ahora que parece que la sociedad está más concienciada, surgen con fuerza voces que van en contra del feminismo y que tratan de criminalizarlo...

Bueno, esto es más complicado porque ya nos estamos metiendo en materia económica. Pero bueno, el feminismo hay sectores que lo entienden como un movimiento interseccional, que debe moverse desde la base – mujeres obreras, más vulnerables, inmigrantes, etc. – y que deben alcanzar a las élites. Pero, lo cierto es que la clase social también influye en el tipo de violencia machista que sufre una mujer. Entonces, cuando vemos como resurge la extrema derecha, no está simplemente alimentada por diferentes tipos de odios, es una extrema derecha que está motivada en su base por intereses del capital muy fuerte. Si al capital lo que le interesa es seguir oprimiendo al trabajador le va a interesar seguir oprimiendo a la mujer. Y cualquier voz que cuestione su status quo le va a molestar. Y, desde luego, el feminismo y la igualdad de derechos y reconocimiento de nuestras diversidades es algo que cuestiona, desde la base, lo que vemos en la cúspide.

En Paiporta, ¿con qué herramientas cuentan las mujeres que sufren violencia machista?

Bueno, en Paiporta se lleva insistiendo desde hace años en la formación en violencia de género de la Policía porque son las personas que van a atender en primera instancia a las mujeres que denuncian. También desde Igualdad y Bienestar Social nuestras trabajadoras sociales atienden a diario los casos de mujeres vulnerables, mujeres en casos de violencia machista para canalizar esos casos tanto por vías legales como para ayudarles a reclamar distintas subvenciones, ayudas psicológicas…

Tenemos también un grupo de acompañamiento a mujeres vulnerables o que han sufrido violencia machista, que está también en la programación. Este grupo, que es ‘Creixem Juntes’, está coordinado por psicólogas que ayudan a estas mujeres a curar esas heridas y a que desde dentro ellas sepan no volver a caer o a cómo salir de ahí si desgraciadamente se diera el caso de nuevo.

Contamos también con talleres para recuperar a esos hombres agresores en la sociedad. Lo que hacemos es educarles y explicarles que lo que han hecho no estaba bien y por qué, y darles herramientas para actuar de otra forma. Intentamos generar empatía en estos hombres también, así que no solo ellas, sino que también intentamos que ellos no vuelvan a reincidir.

"Me gustaría trabajar con las mujeres mayores porque son las que durante toda su vida han ido sufriendo y normalizando las distintas actitudes machistas"

¿Cuáles son tus retos para esta legislatura?

Hay varios pilares fundamentales con los que me gustaría trabajar en esta legislatura y continuar con el trabajo que ha realizado durante este tiempo el anterior concejal de Igualdad, Guillem Montoro, pero aportando siempre una nueva perspectiva. Entonces, uno de los objetivos sería continuar con la pedagogía desde muy pequeños, pero también en los institutos porque ya estamos viendo que las agresiones y las actitudes machistas se están dando cada vez desde edades más tempranas.

Por otra parte, atención a las mujeres víctimas o en situaciones vulnerables tanto desde nuestros servicios sociales con atención psicológica y legal, como ayudándolas a buscar alternativas y a empoderarse a ellas mismas y tejer redes entre las distintas mujeres y colectivos de Paiporta.

Por supuesto, tenemos que seguir educando a los hombres porque con conseguir, simplemente, que uno no vuelva a reincidir ya es una víctima menos, entonces ha valido la pena.

Y, por último, me gustaría trabajar con las mujeres mayores porque son las que durante toda su vida han ido sufriendo y normalizando las distintas actitudes machistas. Son ellas las que lo han padecido y las que están viendo cómo sus hijas y sus nietas lo están viviendo de otra forma. Creo que tenemos que aprender mucho de estas mujeres, darles más voz y ayudarles a tejer más redes entre ellas porque cuando hablan, ellas mismas detectan situaciones que han vivido y les han ido pasando a la amiga, a la vecina, a compañera del taller de pintura…

Personalmente, ¿qué supone ponerte al frente de esta Concejalía?

Bueno, es una gran responsabilidad. Yo entiendo que un trabajador público, un político, lo que está haciendo es un servicio a su sociedad y cuando es una sociedad tan cercana para ti, como lo es tu pueblo, es una responsabilidad enorme porque los trabajos y proyectos que desarrolles, lo vas a ver reflejado en tu barrio, en tus vecinos… A la vez, es también un honor que los compañeros de Compromís hayan confiado en mí y poder seguir un trabajo tan bueno como el que realizó Guillem, el mejor concejal de Igualdad que hemos tenido hasta la fecha. Entonces, continuar con su legado es una tremenda responsabilidad pero a la vez un honor.

¿Llegará un día en el que se erradique por completo la violencia machista?

Llegará, llegará... Lo que pasa es que tardaremos mucho, posiblemente el feminismo ha sido una de las revoluciones que más han influido en el desarrollo de siglo XX, estamos en el XXI. Ya empezamos el siglo viviendo el feminismo de manera interiorizada y externalizada, asimilada también por las instituciones y administraciones, pero el siglo XX empezó de una forma muy distinta a la igualdad respecto a como acabó. Entonces, si en un siglo un movimiento que cuestiona el status quo de la mitad de su población, pero que a su vez está ayudando a aupar a la otra mitad, ha conseguido tanto, yo creo que este movimiento continuará y lo acabaremos viendo, estoy convencidísima.

Ojalá dentro de unos años no hiciese falta una Concejalía de Igualdad, pero de momento es muy necesaria porque estamos viendo movimientos muy reactivos, muy machistas, que son blanqueados y normalizados en el Congreso de los Diputados y en los medios de comunicación. Entonces, mientras se le siga dando voz a ese negacionismo y a los discursos de odio, continuaremos la lucha.

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