Picayo Cim y PequeTrail: Una edición especial… pasada por agua

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El domingo 19 de enero, 366 valientes decidieron ignorar el frío y la lluvia para participar en la IV Picayo Cim Trail, una edición que en la que, a pesar de tener que modificar parte del recorrido por motivos de seguridad, los corredores pudieron disfrutar de la montaña en estado puro. A al igual que en la Pequetrail, el sábado 18, que tuvo más suerte meteorológica y que pudo finalizar con los talleres de educación ambiental, tal y como estaba previsto.

«La lluvia le dio a la carrera un ambiente épico, porque el agua hace que la montaña esté más bonita, pero la también hizo más dura», explica Francisco José Sanchis, director de la prueba, «porque aunque la montaña es muy agradecida, se hace más dura la pisada».

De este modo, el Club Esportiu Cor i Muntanya Puçol, organizador de ambas jornadas, se vio obligado a recortar el circuito de la ruta larga unos 7 kilómetros para garantizar la seguridad de los participantes, «porque había zonas muy técnicas, con algo de escalada y también bajadas muy pronunciadas con mucha piedra suelta», comenta el responsable.

Aun así, 236 personas realizaron la Prueba Reina, con salida a las 9:30 horas, y 130 participaron en la marcha trail de 11 kilómetros, que tenía el pistoletazo de salida a las 10 horas. En total, unos 366 corredores acudieron a su cita a pesar de las condiciones meteorológicas; cerca 75% de los inscritos.

Jose Carlos Diaz fue el primer clasificado absoluto de la Prueba Reina, con un tiempo de 1 hora, 26 minutos y 16 segundos de carrera. 11 segundos después llegaba Jonathan Rogla y, tras él, Iván Saiz, con un tiempo de 1 hora, 26 minutos y 46 segundos. En general, una disputa muy reñida en la que el último kilómetro fue decisivo: «Que los cuatro corredores más rápidos estén a tan pocos segundos unos de otros demuestra que el nivel de los primeros puestos era muy alto», apunta Francisco José Sanchis.

En cuanto a la marcha, fueron Vicent Torres, Javi González y Juan Antonio López los tres primeros clasificados absolutos, con unos tiempos de 51,43 minutos, 59,51 minutos, y 1 hora y dos segundos, respectivamente.

Y, para finalizar, los corredores pudieron entrar en calor y recuperar energías gracias a un completo avituallamiento en las instalaciones del Polideportivo. «Creemos que la gente, por lo general, está súper contenta», comenta Sanchis, destacando que la lluvia potencia las buenas sensaciones de la montaña, «porque cuando estás corriendo, disfrutas mucho del olor a pino, a romero o a tierra mojada…», explica: «Es una pasada».

Además, esta jornada estuvo marcada por un emotivo homenaje a Miguel Fuentes Benítez, fallecido recientemente a causa de una enfermedad: un hombre que había participado en todas las ediciones de la prueba y que «todos sabemos que esta también la habría hecho», asegura el responsable. Así, tras un emotivo discurso, la organización le asignó el dorsal número 1 y se lo entregó enmarcado a la familia, reservando también los dorsales entre el 2 y el 7 a sus compañeros del club Cafeterías Williams.

La Pequetrail tuvo algo más de suerte en lo que a condiciones meteorológicas se refiere, y es que los pequeños corredores pudieron disfrutar en el Paraje Natural La Costera de sus respectivas pruebas, adaptadas a cada categoría, tal y como estaba previsto. «El objetivo era fomentar el amor por el deporte en la montaña, entre otros valores como el respeto por la naturaleza y la biodiversidad», recalca Sanchis, satisfecho por la gran participación y ambiente que hubo durante la jornada.

Y, al finalizar, los peques realizaron una serie de talleres de educación ambiental, a cargo de la asociación Acción Ecologista-AGRÓ y con el apoyo de Kyrios Educación y del Ayuntamiento de Puçol. Actividades como lanzamiento de bombas de semillas y una gymkana concluyeron una divertida y educativa mañana.

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