El San Juan más triste de Puçol

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Este año no habrá encierro, ni toros por la tarde, ni embolados por la noche. No sonarán las carcasas, ni la dolçaina, o tal vez esto último sí. Las circunstancias han hecho que todo tipo de actos multitudinarios, sobre todo los taurinos, queden cancelados en estas fechas tan entrañables del patrón de Puçol.

La principal causa son las medidas de seguridad para evitar aglomeraciones que pudieran producir contagios, que nos impone la razón para combatir el coronavirus, y a buen criterio, la comisión y el ayuntamiento decidieron anularlos y condensar los esfuerzos en las fiestas del 7 de Setembre.

No se celebrará la esperada Semana Taurina con el color y la alegría de sus peñas, las mismas causas también han impedido su organización y celebración.

Mientras, por otro lado, la comisión de Hostalets está jugando sus últimas cartas para la realización de sus actos taurinos, que ojalá las circunstancias nos sean favorables y vuelvan los bous al carrer a nuestras calles con el beneplácito de Conselleria.

Por la parte que todos deseamos, la Comisión del 7 ya está trabajando en que el próximo 7 de Setembre tengamos toros en el pueblo, si el escenario y las condiciones lo permiten. Volverá a sonar el himno, volverá la alegría, volverá la fiesta, y volverán los toros, porque Puçol es Cultura de Bou.

Este san Juan tampoco habrá fiesta en la arena de la playa, ni se podrá acceder a bañarse los pies saltando las olas. El pueblo celebrará San Juan en sus casas o en las terrazas de los bares, se brindará y se esperará que este virus pase de verdad y el año que viene vuelva todo a la normalidad, aunque nunca volverá a ser igual.

Pero la esperanza nunca se pierde, y la actualidad nos va marcando día a día las nuevas normas. Ya no estamos en estado de alerta, ya se van suavizando las condiciones de seguridad en muchas autonomías, ya se están cursando los permisos para verbenas, conciertos y demás actos populares. Eso sí, con ciertas medidas, pero que se irán aflojando mucho más conforme pasen las semanas hasta volver a la normalidad.

Este San Juan no será el mismo, algo nos faltará en el ambiente, pero como responsables que somos, lo superaremos y volveremos con más ganas el próximo año, porque San Juan siempre vuelve, aunque en estos días esté triste allá en el cielo. Los puçolenses también lo están aquí en la tierra.

Mientras, los toros y vacas esperarán en el campo a que llegue su momento de gloria y demostrar la bravura de esa raza única que lleva encandilando a los humanos desde la prehistoria.

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