Un estudiante de Museros participa en el desarrollo de una barraca sostenible

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El estudiante Vicente Chiralt forma parte del equipo de trabajo que desarrolla la denominada barraca del siglo XXI, una vivienda sostenible que pretende integrarse en la huerta valenciana y recuperar el espíritu de estas viviendas tradicionales.

La iniciativa surge del proyecto Azalea, en el cual participan 32 estudiantes y graduadas y graduados de la UPV y que, actualmente, participa en el Solar Decathlon Europe 2019, una competición universitaria de ámbito internacional que, en esta edición, se realiza a Szentendre (Hungría).

La vivienda que ha creado el equipo del proyecto Azalea dispone, además, de placas solares que cubren el consumo eléctrico y un huerto ecológico, que proporciona alimentos de temporada. Además, también se encuentra perfectamente aislada acústicamente y térmicamente e incorpora un sistema de gestión del agua que maximiza su eficiencia y permite su reutilización.

La barraca valenciana en Hungría

El proyecto cuenta con el apoyo de más de 20 empresas e instituciones públicas. Por otro lado, el buen recibimiento de las entidades públicas y privadas no es la única noticia que el equipo de Azalea tiene que celebrar. En este momento, la barraca se encuentra en la ciudad de Szentendre (Hungría), después de haber sido uno de los proyectos seleccionados en el Solar Decathlon Europe 2019, un acontecimiento internacional de renombre que pretende impulsar y reconocer el desarrollo de viviendas eficientes y sostenibles.

"Desde el día 23 de junio, trabajamos en la construcción de la barraca en Hungría y después vendrán 15 días de competición, en los cuales tenemos que pasar varias pruebas, sobre las condiciones climáticas dentro de la vivienda y su diseño", explica Chiralt. El estudiante de Arquitectura, que forma parte del equipo que prepara los planos, destaca la importancia de este tipo de iniciativa "porque se aprende mucho más con la práctica, que con la teoría de las aulas".

En definitiva, el proyecto es una apuesta por la recuperación de la barraca valenciana como una alternativa real de vivienda que sea respetuosa con la huerta. Aunque, según Chiralt, hace falta no olvidar que, de momento, "es un prototipo de competición, si se quisiera adaptar para el uso cotidiano, habría que reducir muchos costes, tanto en material como en diseño". Aun así, una cosa queda clara, la barraca del siglo XXI será la unión perfecta entre sostenibilidad, innovación y tradición.

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